jueves, 31 de enero de 2013

Va de cuentos

EL GATO Y SU RECETA SECRETA
   Érase una vez un gato callejero que sobrevivía con lo que encontraba en la basura.                                                                                                                            
Se llamaba Oán y vivía con su abuelo gato Uan.                                                          
   Una tarde Uan llamó a su nieto:                                                                              
 - Oán, ven para acá que quiero transmitirte el secreto de nuestra familia. Desde siempre ésta ha sido una auténtica ruina. Y si no estamos peor es gracias a un tatarabuelo mío que inventó una receta secreta.                         
   Él se fijó en que casi todo el mundo durante el verano duerme con la ventana abierta. Así que un gato puede entrar en las casas y sin hacer ruido buscar la habitación que tiene una gran caja blanca. Si abres la caja blanca encontrarás comida. Entonces coges toda la que te guste y te la llevas. De esta manera no pasarás más hambre.
   Cuando se acabe el verano procura recoger toda la comida que puedas para pasar el invierno aunque tengas que ir a muchas casas y trabajar el doble.
   Yo así lo he hecho durante muchos años, desde que era joven como tú. Ahora te toca a ti hacer lo mismo.
   Quiero que cuando te hagas mayor, como yo, le digas el secreto a tu hijo y que este se lo diga al suyo. Bueno, tú ya me entiendes, de generación en generación. Porque si no nos ayudamos los de la misma familia nadie nos va a ayudar siendo unos pobres gatos callejeros.
                                                              VALLE          de 4ºB

Si  te gusta escribir y deseas ver tu cuento publicado en el blog de la Biblioteca, se lo das a tu maestro/a para que lo  mande por correo a 
clasedetercerob@gmail.com 


 Ilustración Amandine Piu


MI BARRIO
   En el barrio donde yo vivo viven otras muchas personas pero nunca se oye nada. Parece que aquí sólo vivan fantasmas.
   Cuando salgo de casa no encuentro a nadie, apenas algunos vecinos que pasean silenciosos a sus perros.
   Curiosamente cuando llueve veo salir a muchas personas. Imagino que es porque quieren ir a coger caracoles.
   Entonces yo no salgo porque a mí no me gustan los caracoles para comer.
 Anaïs 4º B


EL  RÍO
 Antes de venir a vivir aquí, yo vivía en un pueblo llamado Valencia de Alcántara, en Extremadura. Habitábamos una casa muy grande situada al lado de un río.
   Siempre se oía el sonido del río, que yo no me cansaba de escuchar.
   A mí me divertía vivir allí porque muchas veces iba al río y veía las ovejas que pasaban por aquel lugar...
   Para cruzarlo necesitaba la ayuda de mi madre pues las orillas estaban llenas de plantas y algunas tenían pinchos.
   Al otro lado del río iba a ver a un caballo que tenían allí.
   Y había un camino por donde me gustaba pasear que era muy bonito y muy, muy estrecho por donde era difícil pasar ya que a un lado tenía el agua y al otro los pinchos.
   En aquella casa, al lado del río, me lo pase muy, muy bien, pero que muy bien.
 Sara 4º B



MI ABUELA

   Cuando yo tenía 8 años nació mi prima, sin esperármelo.
   Mi abuela Benita entonces tenía ochenta y cuatro años.
   Pasó casi un año y llegó la Navidad. El día de Reyes Magos me regalaron muchas cosas pero lo que más me gustó fueron los veinte euros que me regaló ella.
   Este mismo mes de enero (2013) la llevaron al hospital porque estaba muy enferma.
   El viernes, veintisiete creo, mi madre me dijo:
-Tengo una mala noticia que darte. Se ha muerto tu abuela.
   Yo estuve llorando toda la tarde. Entonces me dijo que en realidad se había muerto el martes pero que no quiso decírmelo antes para que no estuviera llorando en el colegio.
   Aunque me siento muy mal comprendo que se tenía que morir porque estaba muy malita. Y aunque ya no pueda verla siempre estará en mi corazón.

                                        SANDRA         4º B


MI CASA Y LAS MASCOTAS

   Por mi casa han pasado todo tipo de animales, como ranas, hámsteres, cobayas, tortugas de agua y tierra, tritones, un hurón, un perro…
   En este momento Hidra es nuestra última mascota, una serpiente pitón que pertenece a mi hermano. Lo malo de esta mascota es que hay que suministrarle ratones vivos para comer. Por suerte sólo hay que darle uno cada mes en invierno y uno cada quince días en verano. Hidra es una serpiente de once meses, de colores negro y amarillo.
   Con tantas mascotas hemos aprendido que los animales exigen mucha dedicación: lavarlos, limpiar su hábitat… y gastos como el  veterinario y la comida.
   Después de hablarlo en familia hemos decidido no tener más mascotas por ahora. Cuando mi hermano y yo seamos más mayores nos lo volveremos a pensar.

                         BÁRBARA       4º A


LAURA Y EL PERRITO

   Érase una vez un perrito que había sido abandonado por su malvado dueño. El pobre animalito llevaba perdido varios días en la calle cuando Laura lo encontró.
-¡Ay qué perrito más lindo! ¿Quién te ha dejado aquí?
   Laura observó que tenía una patita lastimada así que lo cogió en brazos con mucho cuidado y se lo llevó.
   Al llegar a casa le dijo a su mamá:
-¡Mamá, mira que perrito más mono he encontrado!
-¿Dónde estaba? –preguntó la mama.
-En el contenedor de la basura –contestó la niña-. ¿Nos lo podemos quedar?
-Sí, pero debemos llevarlo primero al veterinario.
   Madre e hija acudieron rápidamente a la clínica veterinaria con el perrito. La veterinaria les dijo que se lo dejaran dos días para curarle la pata.
   Cuando pasaron los dos días fueron a recogerlo y lo encontraron curado y lavado. Parecía el perro de un rico. Laura se quedó con la boca abierta.
   Lo llevaron a casa y el perro se veía feliz. Laura nunca se separó de él. Parecía que se conocieran de toda la vida.

                    VALLE                                    4º B